DECÍDETE

septiembre 03, 2015
"Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana"

En la vida a todos nos ha tocado tomar decisiones y, seguramente, la mayoría han sido decisiones críticas y difíciles. La vida es un equilibrio entre las decisiones que tomamos y las consecuencias que éstas traen.  He descubierto que uno de los más grandes problemas a la hora de tomar decisiones es dejar atrás la Zona de confort en que, muchas veces, nos encontramos. Sin darnos cuenta, caemos en una rutina que puede llegar a convertirse en nuestro peor enemigo. La monotonía tiene el poder de destruir cosas y si no reaccionas a tiempo te puede destruir a ti. Tener miedo al cambio y a las cosas nuevas es normal, pero también es una de las mayores razones por la cual no nos atrevemos a aceptar los riesgos.

Si bien es cierto, no conocemos el futuro y no podemos adivinar qué pasará una vez que hayamos tomado la decisión, pero soy fiel creyente de que a toda acción le corresponde una reacción y es por ello que tenemos que estar conscientes de que tomar decisiones conlleva consecuencias y a su vez, esas consecuencias pueden ser buenas o malas.  Las decisiones son importantísimas en todos los sentidos de la vida y les pongo varios ejemplos: saber elegir la profesión que quieres ejercer es importante porque al final del día, lo que cuenta es trabajar en algo que te guste.  Dicen por ahí que si tu trabajo es tu pasión no trabajaras ningún día de tu vida y es totalmente cierto.

Decidir si hacerle caso a ese  chico que te invitó a salir, suponiendo que ese chico es tu amigo, es una decisión sumamente importante. Es  crucial saber decidir si vale la pena arriesgar una amistad por intentar un amor, ya que la relación podría funcionar pero también existe el riesgo de que fracase y se pierda la amistad. Y ni hablemos de las decisiones laborales; aceptar un trabajo puede ser una de las cosas más estresantes en nuestras vidas.  Si no tienes trabajo y vas a empezar algo nuevo puede ser un poco más fácil, ya que, vienes de estar haciendo nada a experimentar cosas nuevas.  Cambiar de trabajo es aún más complicado, porque probablemente vas a comparar los ambientes, tienes personas que vas a extrañar y tienes mecanismos a los que estabas acostumbrad@ y que, definitivamente, no van a ser los mismos. Y sí, todo eso da miedo; pero también es necesario. Progresar, superarse, desarrollarse, tomar riesgos, fracasar y levantarse. Todo es parte de un crecimiento personal. Los retos están y la mejor sensación que se puede tener es saber que, a pesar de todo, lograste llegar a la meta.

Las oportunidades están volando como cometas en el espacio, están ahí afuera, pero son difíciles de ver y son aún más difíciles de atrapar. Sin embargo, siempre hay un momento adecuado para cada cosa que sucede en este planeta. Todo tiene su razón de ser. Solo es cuestión de esperar y otras veces de entender porqué pasan las cosas y de aceptar. Ver el lado positivo de cada situación es difícil. Pero, créanme, que a cada cosa mala que sucede se le puede sacar algún provecho.

En mi caso personal, cuando tengo que tomar decisiones, escribo los pros y los contras y así puedo saber lo que me conviene más y es mejor. En las decisiones muchas veces se involucran sentimientos, tiempo, dinero, personas, lugares. Siempre es bueno saber los factores que afectan la situación. Saber cuáles pueden ser las consecuencias buenas y malas. Lo más importante de tomar una decisión es ser honesto con uno mismo y ver las cosas como son. No engañarte y ver la realidad. Muchas veces sabemos que se trata de una mala decisión y nos convencemos de que podemos cambiar las consecuencias, pero no es así.

Tomar decisiones es como ese refrán que dice que después de la tormenta siempre sale el sol. Recuerda que todo tiene solución. Y que si tomaste una mala decisión la vas a poder solucionar. Solo tienes que ser paciente y darle tiempo al tiempo. Tomar riesgos es divertido, es adrenalina y es felicidad. Para mí las decisiones son necesarias, aunque a veces me cuesten y dude de que si hice lo correcto o no, no hay nada más satisfactorio que saber que escogiste el camino correcto para no escuchar el tan odiado “te lo dije”.  ¡No tengas miedo y decídete! Las decisiones cambian vidas. 




Un paso a la vez
Un paso a la vez

Mujer Panameña, viajera empedernida, amante del buen comer.

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